Como
Presidente del Comité Organizador, es para mí un honor dar continuidad a la
tradición de nuestras reuniones anteriores y extenderos una cálida bienvenida
al XXXIII Congreso de la Sociedad Andaluza del Dolor, que se celebrará en Málaga los días 21, 22
y 23 de noviembre de 2024.
Este
año, nos inspiramos en el legado de congresos previos, manteniendo nuestro
compromiso con la excelencia científica, la innovación y la formación
continuada. Deseamos y proponemos que este congreso no solo sea una oportunidad
de aprendizaje, sino también una experiencia inolvidable, en la que se aúnen en
un entorno único, historia, cultura y ciencia.
Málaga,
nuestra ciudad anfitriona, acoge esta reunión con su reconocida hospitalidad y
belleza, proporcionando un marco incomparable para esta ocasión. Al igual que
en años anteriores, desde la Asociación Andaluza del Dolor nos esforzamos por
crear un ambiente propicio para lograr el intercambio de conocimiento y la
cooperación entre los profesionales dedicados al tratamiento del dolor.
Aprovecho esta oportunidad para expresar mi sincero agradecimiento a
todos los miembros del Comité Organizador y Científico por su incansable labor,
dedicación, entusiasmo y compromiso, elementos imprescindibles para el impulso
de nuestro evento. Mi gratitud también se dirige a nuestros patrocinadores y
colaboradores, cuyo apoyo resulta indispensable para el éxito de nuestra
reunión.
El
comité científico ha invertido su máximo esfuerzo y pasión en el desarrollo de
un programa multidisciplinar que esperamos cumpla vuestras expectativas y
contribuya con sus aportaciones, significativamente en la práctica diaria. Nos
comprometemos a presentar un programa científico de la más alta calidad,
resaltando los avances e innovaciones en esta área.
Reitero, por último, la invitación a participar, consciente de que
vuestra presencia y aportaciones son fundamentales para impulsar las
discusiones y debates en los diversos foros, esenciales para el éxito de
nuestro encuentro. Igualmente, serán determinantes para enriquecer las
conversaciones y argumentaciones, contribuyendo significativamente a nuestro
fin común: la batalla contra el dolor.
¡Nos vemos en Málaga!